Para que nuestro negocio funcione y tenga éxito, sin importar del rubro del cual se trate, debe ser productivo y eficiente. Habrá muchas pruebas, ejercicios, ensayos y errores. Hay cosas que resultan bastante obvias, por ejemplo, si nos dedicamos a la pesca, la base de nuestra empresa debe estar en la costa, o si fabricamos sombrillas, nuestra oportunidad de venta está en zonas de lluvia o de playa. Se debe planear con cautela dónde colocaremos nuestra fábrica productora: cerca de las materias primas, de donde está la fuerza de producción y que nos permita, en primer lugar, tener una buena distribución a nivel local. También hay que conocer bien el mercado, qué demanda tiene nuestro producto y si enfrentaremos competidores directos. Para todo lo anterior se requieren
diferentes estudios y análisis logísticos.

Estrategia de crecimiento

Conforme un productor comienza a crecer y sus ventas aumentan en otros puntos,
se vuelve muy relevante la presencia de su marca en las zonas de venta. Para esto resulta fundamental contar con centros de distribución. Éstos son, en su mayoría, almacenes donde se guardan los productos y con los cuales la base operativa se comunica para indicar la salida de los bienes hacia los puntos de venta. En estos centros de distribución se debe contar con la infraestructura necesaria, ¿qué quiere decir esto? Por ejemplo, los productos perecederos deberán estar refrigerados. Existen productos que se ensamblan y empaquetan hasta el último momento, por lo cual, debe haber personal o maquinaria en sitio para realizarlo. En función del tamaño y los tipos de productos, se elegirán las dimensiones y cantidades de centros de distribución. Puede haber varios productos en un centro, mientras la permanencia de uno no afecte a otros. Un punto medular más para estos sitios es el equipo requerido para la distribución, es decir, la flotilla vehicular y la cuadrilla de personal encargada de esta tarea.

Ubicación

Para decidir la ubicación de los centros de distribución se requiere hacer una
revisión logística, así como para confirmar que este lugar dispone de los elementos necesarios para cumplir con esta función. Por ejemplo, si se detecta que las ventas de una empresa son mejores en la zona sur del país, sería irresponsable colocar un mayor número de centros de distribución al norte del territorio. En tal caso, resulta mejor y más viable buscar un centro de distribución en un punto céntrico, para atender a varias zonas. También se deben considerar las vías de comunicación: que los centros de distribución se conecten oportunamente tanto con nuestras plantas productoras, como con las rutas por donde se transportará la mercancía.
Los centros de distribución son una red que se conecta y debe fluir oportunamente. Deben mantener una comunicación constante para que el suministro de producto sea eficiente y, de esta manera, no se presenten pérdidas o faltantes. Además de ser un punto de almacenamiento y distribución, estos centros gestionan los servicios para sus clientes, es decir, preparan sus órdenes y facturas en el tiempo establecido. Esto permite que la venta y distribución sea más eficaz en cuanto a su logística. Por todo lo anterior, no debemos considerar estos centros meros almacenes, sino diferentes manos que contribuyen en el trabajo diario de nuestra empresa.