Al recorrer los pasillos de una tienda o supermercado, podemos apreciar una inmensa cantidad de productos dispuestos en los anaqueles para ser adquiridos por los compradores. Normalmente los clientes no se cuestionan cómo es que esos bienes llegaron ahí, simplemente acuden a comprarlos para atender sus necesidades. Lo cierto es que detrás existe una importante cadena, desde que se obtienen las materias primas, pasando por todo el proceso de fabricación hasta que el producto final se encuentra en tiendas.

            En esta secuencia, el almacenaje juega un papel central: cualquier empresa que se dedique a la fabricación de algún bien no va realizando su producción de uno en uno, de hecho, hay mayor eficiencia entre más grande sea el monto. Ahora bien, son pocas las compañías que cuentan con una planta manufacturera y el espacio necesario para almacenar y distribuir su producción, en estos casos, contar con un proveedor de almacén facilita el trabajo y permite que sus productos estén siempre disponibles en varios puntos del país para su compra.

            ¿Qué beneficios reporta encontrar un buen sitio de depósito y, sobre todo, que su gestión sea la correcta y más novedosa? Más allá de simplemente guardar en un sitio oportuno la mercancía, se debe saber a ciencia cierta con qué stock se cuenta, específicamente cuánto de cada producto. Para ello se debe llevar un registro oportuno de entradas y salidas. Para este fin, un programa informático adecuado, así como el equipo necesario para darle seguimiento resulta fundamental. El depósito no sólo guarda el producto, debe hacerlo de forma idónea, en un espacio que cumpla con los requisitos necesarios (en caso de que haga falta alguna temperatura o condición especial) y tener la certeza de en qué momento llegó cada mercancía para que salga en el momento indicado.

            La gestión inteligente implica procesos que se comunican: equipo como computadoras y maquinaria que están conectados e integrados, así, al salir o mover un producto, esto queda registrado y el producto es llevado al siguiente punto en la cadena de almacenaje. El personal debe estar aptamente capacitado en estos programas computacionales que permiten integrar de mejor forma los procesos del depósito.

            Existen diferentes sistemas que gestionan los depósitos, según su tamaño, el espacio en metros cuadrados del cual disponen, la complejidad del servicio, el número de trabajadores con los cuales cuentan y así resulta viable proporcionar las prestaciones correspondientes. El que un almacén lleve a cabo sus procesos de forma eficiente mejora la productividad y calidad tanto de estos procesos como de la mercancía que se está resguardando.

            El hecho de que un depósito se encuentre correctamente ordenado es una de sus primeras condiciones de operatividad. La buena distribución y organización de los productos se ve reflejada en todas las actividades posteriores para la salida de la mercancía. Deben existir áreas asignadas y así hacer más expedita la localización y preparación de pedidos. Otro beneficio de contar con una gestión oportuna del almacén es poder preparar en los mejores tiempos y formas los productos para sus envíos a su destino final. Para ello también es fundamental contar con el equipo necesario para el picking y la salida de los productos.

            Si tú eres proveedor de almacenes, debes tener presente que estar al día en la tecnología de gestión es la marca que te hará diferenciarte de la competencia. Si estás buscando un proveedor de depósitos para resguardar tu mercancía, una de las primeras condiciones para contratar el servicio es que éste cuente con una gestión inteligente novedosa, pues esto asegura que tus productos no sólo estarán bien cuidados, sino que llegarán en el momento indicado y no reportarán pérdidas.